“El campo no puede esperar más”: Yanin García anuncia mesas de gestión con líderes del PRI
El campo tamaulipeco agoniza mientras el gobierno permanece indiferente: PRI exige respuestas concretas
Por Mariela de Alejandro
La situación del campo en Tamaulipas es crítica. Así lo declaró Yanin García Delgado, dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien lamentó profundamente el abandono sistemático que enfrentan los agricultores de pequeña, mediana y gran propiedad. “El campo se está acabando y nadie parece escuchar”, afirmó con tono enérgico.
García Delgado señaló que los productores atraviesan una de las peores etapas en décadas: sin apoyos gubernamentales, sin precios de garantía y enfrentando una competencia desleal debido a la creciente importación de granos. “Las próximas siembras están en riesgo. Cada ciclo agrícola es más incierto, y el gobierno federal ha demostrado total insensibilidad ante esta problemática”, enfatizó.
En respuesta a las recientes manifestaciones y cierres carreteros por parte de campesinos que exigen atención urgente, la dirigente informó que ha sostenido reuniones con líderes priistas como Edgar Melhem y Lupita Flores, entre otros, para establecer mesas de diálogo y gestión que permitan no solo escuchar las demandas del campo, sino traducirlas en acciones reales que generen eco en las instancias gubernamentales.
Entre las necesidades más urgentes del campo tamaulipeco, García Delgado enumeró:
- Restablecimiento de subsidios agrícolas y apoyo directo al productor.
- Garantía de precios justos para granos básicos y cosechas locales.
- Acceso a financiamiento rural con tasas competitivas y condiciones viables.
- Programas de tecnificación y modernización agrícola, incluyendo riego y maquinaria.
- Mejoramiento de caminos rurales para facilitar la comercialización de productos.
- Inversión en almacenamiento y distribución local para reducir la dependencia del exterior.
- Atención urgente al problema del agua y sequía, que afecta vastas regiones productivas.
- Políticas públicas que reconozcan al campo como prioridad nacional, no como residual.
“La indiferencia está matando al campo. Es hora de actuar, no solo de escuchar. Las decisiones deben reflejarse en políticas efectivas y presupuestos reales”, finalizó García Delgado, haciendo un llamado al gobierno estatal y federal para que atiendan sin demora la grave crisis que atraviesan miles de familias campesinas.
“Cada hectárea abandonada representa una mesa vacía, un productor quebrado y una familia desesperanzada. No podemos permitir que el campo de Tamaulipas se convierta en tierra estéril por omisión del Estado”, sentenció.
La situación actual del campo no puede seguir minimizándose. El problema es estructural y requiere decisiones valientes, no discursos vacíos. No se trata solo de dar voz a los agricultores, sino de responderles con hechos. Si el campo muere, con él muere la seguridad alimentaria, la economía local y una parte esencial de nuestra identidad nacional.