EPIDEMIOLOGO SUECO DICE QUE NO BASTA EL DISTANCIAMIENTO, HAY QUE APRENDER A VIVIR CON EL COVID-19 EN TANTO SALE LA VACUNA.

DE PRIMERA… LA  DAMA DE LA NOTICIA

POR ARABELA GARCIA…11 DE MAYO DE 2020

MIENTRAS AVIANCA DE DECLARA EN QUIEBRA, LOS CABLEROS TIENEN GANANCIAS MILLONARIAS.

El Covid-19 no solamente está cobrando vidas humanas, sino también bienes materiales y con ello, provocando el desempleo de muchas personas en el mundo entero, la compañía aérea AVIANCA  solicitó acogerse al Capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos como parte de un proceso de reorganización que busca amortiguar el impacto de la crisis de la pandemia

La aerolínea pretende seguir operando mientras consigue financiamiento para afrontar sus deudas. La firma anunció el cierre de sus operaciones en Perú, lo que provocará el despido de cientos de empleados.

La presión asfixiante de la crisis provocada por el Covid-19 puso contra las cuerdas a la segunda compañía aérea más importante de América Latina. Avianca Holdings, la aerolínea de bandera colombiana, se declaró en quiebra el domingo 10 de mayo, cuando se acercaba el plazo para el pago de bonos y en medio de pedidos de rescate al Gobierno de Colombia, hasta ahora infructuosos.

El procedimiento no implica el cese de las operaciones de la empresa, sino que busca evitarlo, según sus directivos

Esta herramienta legal permite a las empresas deudoras mantener el control de sus operaciones comerciales, aunque bajo supervisión y jurisdicción del tribunal. Ante esa instancia, la compañía deudora debe presentar un plan de reorganización, el cual debe ser aceptado por la corte y los acreedores.

Esto permitirá a Avianca tomar algo de aire para hacer frente a su deuda -que era de 4.900 millones de dólares a corto y largo plazo a fines de 2019, un 20 % más que en 2018- y seguir negociando un posible rescate del Gobierno colombiano, que se ha mostrado reticente a esta posibilidad.

Avianca no ha realizado vuelos regulares de pasajeros desde fines de marzo y la mayoría de sus 20.000 empleados no han recibido sus pagos durante la crisis.

La compañía no tiene una fecha clara para la reanudación de sus operaciones debido a que sus principales centros -Colombia, El Salvador y Perú- han cerrado el tráfico aéreo para combatir la pandemia.

Y mientras algunas empresas están sufriendo los estragos de la pandemia por el confinamiento, otras están haciendo su agosto desde desde marzo y nos referimos a las cableras, particularmente para tener el servicio de internet fijo y así trabajar, estudiar, informarse y entretenerse durante el encierro.

Las noticias sobre la evolución de la pandemia, compras en línea o clases educativas vía la red, son algunas de las principales actividades que hacen necesaria esta herramienta en hogares y empresas.

El analista de Select, ERICK DE LA CRUZ, dijo que por el confinamiento las cableras se han visto favorecidas en contrataciones de paquetes de triple play, que incluyen telefonía fija, internet y televisión de paga.

En el caso particular de quienes ya contaban con el servicio de internet lo que han hecho es aumentar el ancho de banda.

El director de Megacable, ENRIQUE YAMUNI, explicó, en conferencia con analistas financieros, que los servicios que ofrecen se han vuelto críticos para los segmentos residencial, empresarial y profesional que necesitan conectividad para la educación a distancia y trabajo remoto, así como para la recreación a través del streaming y videojuegos.

SALVI FOLCH, director de Izzi, filial de Televisa, expuso a expertos financieros que hubo aceleración de la demanda de sus servicios.

“Vimos un aumento de más de 40% en el tráfico de datos, tanto de enlace descendente como de enlace ascendente, además, la duración promedio de las llamadas aumentó en más de 30%”, comentó.

Con Sky, filial de video satelital de Televisa, sucedió algo similar. En marzo tuvo un mayor aumento de usuarios coincidiendo con el distanciamiento social en el país.

Alexandre Penna, director de Sky, destacó que aumentó el número de suscriptores de video y se incrementó la tasa de recarga en su servicio de prepago durante marzo, coincidiendo con el inicio de la jornada de sana distancia.

Mientras las dudas sobre el des confinamiento aumentan ante una pandemia que no da tregua, Suecia ha rechazado poner en cuarentena a su población al considerar que las medidas drásticas no son eficaces.

El país, que superó oficialmente los 3.000 muertos por coronavirus (COVID-19), emprendió un modelo donde las universidades están cerradas, pero no las fronteras ni los centros educativos para niños ni los restaurantes (se admiten personas a no menos de dos metros de distancia), mucho menos los centros recreativos (peluquerías, cines, teatros, gimnasios, parques).

De Italia a Inglaterra, pasando por Estados Unidos, Francia o España, la mayoría de países optaron por el encierro para evitar la propagación del coronavirus.

Pero no en Suecia, donde las restricciones han sido muy leves. En un país de 10,3 millones de habitantes, el gobierno apela a la responsabilidad de los ciudadanos para que las recomendaciones sanitarias sean aplicadas.

La Agencia de Salud Pública de Suecia ya había revelado hace unos días que la tasa de reproducción de COVID-19 se ha estabilizado por debajo de 1,0, lo que indica que se está controlando la pandemia.

Uno de los artífices del denominado “modelo sueco”, que últimamente acaparó la atención mundial, es Johan Giesecke, considerado la mayor eminencia en epidemiología y una de las más reconocidas del mundo.

El actual jefe de epidemiología del país, Anders Tegnell, fue uno de sus discípulos. Giesecke, exjefe científico del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, sigue siendo consejero del Gobierno y es además miembro del Grupo Asesor Estratégico y Técnico para Riesgos Infecciosos (STAG-IH) de la Organización Mundial de la Salud.

El  experto consideró que el coronavirus (COVID-19) “se propaga como un incendio y lo que uno hace no cambia demasiado”, de modo que “todos se van a contagiar el virus. Todos en el mundo al final. Hasta que haya una vacuna”.

Johan Giesecke opinó que las medidas gubernamentales tomadas en el mundo son, al fin y al cabo, una carrera donde “todos se copian”.

“Hay algunas cosas que sí sabemos científicamente, como que lavarse las manos es bueno. Lo sabemos desde hace 150 años. Pero nadie sabe si cerrar (todo) va a tener algún efecto”.

 

“Si la suficiente cantidad de gente está inmunizada alrededor de alguien con el virus, entonces el virus no puede infectar. Pero digamos que el 70 % de una población tuvo el virus, y que está inmunizada de alguna manera, eso significa que aún hay un 30 % que podría contagiarse”, añadió Johan Giesecke, incrédulo a que este año se desarrolle una vacuna contra la COVID-19.

Para él, la cuarentena significa un riesgo para la democracia: «Es una oportunidad para que aquellos que quieren poder, lo consigan. Y yo creo que ese es el mayor riesgo de esta pandemia”.

“La gente se levantará y se rebelará si se prolonga por tanto tiempo. Sí puede hacerse en China, por ejemplo, pero China no es exactamente una democracia. No hay ninguna democracia occidental que pueda compararse con China y pueda mantener la cuarentena por siempre”,

 

SUGERENCIAS Y COMENTARIOS arabelagarcia01@hotmail.com