T E C L A Z O S
Por Guadalupe E. González
“LOZOYA, DE DELINCUENTE A ALIADO EL GOBIERNO”
EL CASO del Ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin, es un punto vértice extremo y evidentemente, latente y peligroso, porque éste, de ser un potencial delincuente de cuello blanco o de “alta alcurnia” en el Gobierno del priista Enrique Peña Nieto, hoy increíblemente, el ex funcionario petrolero, que fue y es, esencia del flagelo de la corrupción, “está convertido en aliado e influyente” del nuevo Gobierno de la República, algo que me parece insensato e inaceptable y “hasta para ripley” o “record güines”, porque el pueblo mexicano, jamás pensó que, “siendo Lozoya un prófugo de la justicia”, se le tributara tanta pleitesía, cuya postura, ha venido dejando perplejo al contexto nacional ciudadano.
LO ANTERIOR, viene a confirmar que entonces, los mexicanos “seguiremos teniendo delincuentes protegidos”, pero ahora, por el mal llamado Gobierno de la Cuarta Transformación, porque en la cruda realidad, nadie pensó que, este nuevo régimen federal, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, “obrará por proteger corruptos y brindarles hospedaje” a todo lujo en un hospital particular y además, el presunto delincuente, ya ha de estar disfrutando su hogar muy quitando de la pena, cuando éste, por mercenario, corrupto y potencial bandido gubernamental del pasado gobierno, debería estar en la cárcel, pero LOZOYA, “es un hombre afortunado”, porque lo trajeron de España en avión privado y “lo están tratando a cuerpo de rey”.
LA FISCALÍA General de la República, tiene el expediente penal contra el ex titular de PEMEX Emilio Lozoya Austin, motivo por el que, al ser capturado en España, fueron por él y proceder en su contra, por estar involucrados en actos delictivos, pero llegando a México, Lozoya inesperadamente, ha recibido el trato de un personaje distinguido o de muy altos vuelos, porque les dijo, traer consigo o tener en su poder, material diverso que, el nuevo Gobierno Federal, usará para actuar contra los involucrados en el caso de los sobornos de la empresa Brasileña Odebrecht, en los que Emilio tomó parte. Y “si Lozoya delinquió”, la interrogante es: porque, “no se le encarceló” y, no se le está dando el mismo trato, como a quien ha robado por hambre o necesidad?, eso a mi juicio, es inexplicable.
ESTE nuevo Gobierno de la República, pintaba para ser diferente, por el dicho de actuar, “al estilo guerra sin cuartel contra los corruptos” de los gobiernos pasados, pero si Emilio Lozoya Austin, es uno de ellos y lo están tratando excelentemente bien, esto deja como mensaje que, el Gobierno de la 4-T, solo procederá en los temimos legales o judiciales, contra los que ellos quieran y no contra los delincuentes “al parejo”, cuya postura, inconforma e indigna, porque si antes se protegía a “delincuentes de cuello blanco o con charola”, hoy en el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, “se está haciendo exactamente lo mismo”.
SIN EMBARGO, sobre la marcha, iremos viendo que giro seguirá dándosele al caso ODEBRECHT-EMILIO LOZOYA, cuyo tema, en mi punto de vista, está dejando apreciaciones desencadenas, por el actuar increíble de quien o quién ahora “tienen el sartén o el poder en sus manos”. Y decirles o señalarles, este erróneo proceder legal o judicial, “no es para defender o justificara nadie”, al contrario, que se obre contra los presuntos responsables, pero de que “este nuevo régimen federal, está actuando, para “obrar solo contra sus enemigos políticos”, de eso ya no se tiene la menor duda y sino pues, “el tiempo es el que os dará la razón”.
Y SI HACEMOS hincapié “en este complejo menester judicial”, es porque lo que ha venido ocurriendo en el escenario gubernamental, refleja acciones de “actuar contra los que no están con ellos o con el nuevo gobierno”, cuya forma de pensar, nos lleva a la reflexión de “la venganza política”, aunque el Presidente de la República, ha reiterado “no comulgar” con este precepto.
PERO TODO, lo que ocurre al interior del nuevo sistema oficial, deja entrever que, “el ideal trazado, es tal vez, para llegar al sometiendo del pueblo”, al estilo gobiernos socialistas y de llegarse a suscitar esto, entonces “los mexicanos, podríamos estar ante un nuevo estilo de vida”, por cierto nada recomendable, pero finalmente, habremos de contemplar que ocurre en el futuro inmediato en el caso LOZOYA-ODEBRECHT, porque repito y reitero que, se antoja interesante, por “lo de las complejidades judiciales” que se han venido observando en el nuevo Gobierno de la República.
Por hoy es todo y hasta mañana.