T E C L A Z O S
Por Guadalupe E. González
¿ES MAKI, PROMOTORA DE VIOLENCIA FAMILIAR?
LO QUE todavía ayer, fue acremente comentado en los diversos círculos políticos y sociales de Reynosa, era la interrogante sobre ¿si Maki, es o no promotora de la violencia familiar?, porque hay versiones en torno “al tormentoso trato” que la doctora Maki Ortiz, le da a su esposo don Carlos Peña Garza, Presidente del Sistema DIF Municipal, por lo que, de ser verdad, “las humillaciones de la alcaldesa a su marido”, este proceder, es la consecuencia de un trastorno que, “trastoca la salud” de quien obra en tal sentido.
ESTE TIPO de problemas de violencia familiar, pueden “si la víctima lo desea”, hacerlos llegar a los Tribunales de Justicia. Pero claro que, el señor Peña Garza, por la escena de “marido humillado”, jamás denunciaría tan penosa situación, al grado de que, quienes conocen de este escabroso caso “de violencia familiar”, suscitado entre la Presidente Municipal y su cónyuge, esto ha generado que la gente “hable pestes de la edil”, porque ésta, lejos de humillar a su esposo, debería tratarlo con cariño y respeto y no lo hace, porque lo maltrata cuando ella entra en cólera y lo peor es que, “su furia contra don Carlos”, la desata frente a empleados del mismo Ayuntamiento, según las versiones que sobre este escabroso tema, han corrido como fuego en reguero de pólvora en las dependencias del gobierno municipal de Reynosa.
HACEMOS ALUSIÓN a este penoso tema, donde “el presunto humillado es hombre” y es, el esposo de la alcaldesa de Reynosa, porque recordemos que el pasado domingo un gran número de mujeres, “realizaron una marcha-protesta y plantón” en la plaza Miguel Hidalgo, frente al edificio de la Presidencia, donde las damas participantes, hacían hincapié a su molestia e inconformidad, por la serie de feminicidios y toda clase de “actos violentos contra las mujeres”, en cuyo evento por cierto, la alcaldesa Maki Ortiz Domínguez, “intentó unirse a ellas, pero la rechazaron” de manera contundente e incluso, “tampoco quisieron tomarse una foto con ella” y por ello, esto nos lleva la reflexión de que, “algo le saben a Maki” o bien “la doctora hizo algo que a ellas no les pareció”.
Y SI REALMENTE la alcaldesa Maki, “estuviera en contra de la violencia femenil”, eso en mi punto de vista, sería una postura sensata, cauta y metódica, pero lo que me parece inexplicable, es que la Doctora Ortiz Domínguez, haya obrado con clara hipocresía, “al pretender unirse a la marcha protesta” de las inconformes participantes en el acto del domingo, porque “si Maki, obra violentamente contra su esposo” Carlos Peña Garza, humillándolo ante la gente, como lo esbozan quienes han visto esta clase de escenas no gratas, eso nos lleva a pensar, que tal vez la doctora, con todo respeto, “necesita de atención médica y probablemente sicológica” para que obre con cordura y no de manera desenfrenada como dicen que lo hace, “contra el indefenso de su marido”.
HAY QUE señalar que, para mucha gente en Reynosa, el proceder violento de la alcaldesa Maki Ortiz, es el de una sociópata, cuya sociopatía, es una patología de tipo psicológico, porque su comportamiento se caracteriza por ser impulsiva, hostil y sufre claras conductas antisociales, y eso, es lo que orilla a la doctora, obrar con marcada violencia contra su cónyuge Carlos Peña, quien es el que sufre los embates de esta violenta mujer a la que, tal vez, por lo que se dice de ella, le haga falta tener que ser atendida clínicamente.
Y SI MAKI, fue rechazada por las damas de la protesta el pasado domingo, es porque “saben perfectamente bien” que, la profesional de la medicina, ha caído en escenas violentas que, solo ella no ve y, no porque tenga mal la vista, sino más bien, porque no se da cuenta de sus descabellados desplantes, cuyas posturas indignan a la gente, pero “nadie le puede decir nada” en Presidencia, porque las corre del trabajo y como la gente que la rodea, se da cuenta de lo mala que es la alcaldesa de Reynosa, la edil municipal, “se ha venido ganando el repudio de la sociedad”, porque una gran mayoría de los empleados del municipio, saben que Maki, “es muy mala persona con su esposo”.
AHORA BIEN, si Maki, “es partidaria de la violencia”, como pensó esta señora, que las mujeres que, “marchaban inconformes por los feminicidios y la violencia”, la iba a aceptar entre ellas, cuestión que por obviedad, provocó el rechazo rotundo de ellas hacia la alcaldesa de esta ciudad, la que de “Ipso facto” fue “botada” por las manifestantes, las que para nada aceptaron a la doctora en el referido evento.
PARA concluir, hay que hacer hincapié para señalar que, “los desplantes de Maki contra su esposo”, son la muestra tangible de que la edil municipal de Reynosa, debe ser atendida por un médico especialista. Y si la Dra. Ortiz Domínguez, intentara de nuevo unirse al grupo de mujeres manifestantes, que “no comulgan con la violencia”, tengan la pena certeza que estas, volverían a exigirle a MAKI, que se retire de ellas, cuyo penoso escenario de rechazo hacia la doctora, fue ampliamente comentado el pasado domingo, en todos los círculos sociales y políticos de Reynosa.
Por hoy es todo y hasta mañana.
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